Tal vez sea esta la obra escultórica más Impactante de todo el cementerio. De hecho que al ser monumental con figuras de tamaño natural y un derroche de mármol de carrara que impacta. La obra arquitectónica, que se desvanece ante el impresionismo de sus figuras, no solo el monumento se impone por si mismo, sino que se ha constituido en un referente de este cementerio. Es una obra concebida por los escultores Goñi en 1910 en memoria de Juan Vicente Pampin ofrendado por su viuda María Mantilla y sus hijos Fernando y Juan Vicente, de vidas tan desventuradas como la sangre que durante tres generaciones repitió invariablemente la misma tragedia. En esta obra sin precedentes ni continuismo, sobresale la grandiosidad de las formas y la minuciosidad del detalle impreso en cada espacio que lo caracteriza.
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