Este desfibrador es una laja pulida de basalto de 17 cm de alto, que se utilizaba en la obtención de fibra de la penca de maguey, teniendo como función separar la pulpa de la fibra.
Herramientas de piedra de este tipo, son testimonio del trabajo de explotación del maguey y su fibra, para la elaboración de cestería, cordeles, mantas, redes, etc. También pueden estar asociados con la extracción de aguamiel para elaborar pulque.
La pieza fue recuperada en las excavaciones del 2011-2013 dirigidas por el arqueólogo Marco Santos, en el complejo El Cuartel de La Quemada.
Uno de los principales usos de las fibras de los agaves fue para hacer cordeles. Las fibras se torcían de tal forma que quedaba un hilo con el que, a base de nudos, se podían hacer artefactos para la vida cotidiana.
Fuente: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-registro-arqueologico-e-historico-del-maguey
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