Fragmento de la obra:
ANTONI MIRÓ Gades, la dança (2001) Bronce y piedra. 61x225x158 cm
Esta escultura es un homenje a la amistad de Miró con Antonio Gades, al que considera “el mejor bailarín de flamenco que ha tenido España”, y al mundo de la danza en general. La obra es un conjunto de treinta torsos iguales del bailarin que se repiten a lo largo de un gran pedestal de unos diez metros de largo aproximademente. En este caso pretende huir del problema del escultor, que siempre tiene la intención de competir en altura según sus propias palabras “no luchamos contra la altura, sino que pretendemos acaparar la horizontalidad del terreno […] juego con la repetición de la imagen, con la exposición visual de las perspectivas y con la comparación de la misma imagen que solo con un matiz de color y una mínima modificación de la forma va creando la figura”.
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