Los molinos de Caño Hernando, situados en un curso de agua llamado Los Arroyos, eran de “saetín” o “bocín”, de una sola muela de pienso y conservan en buen estado la pesquera, sobre todo los dos primeros. El último de los tres molinos se encuentra en muy mal estado. Tampoco conservamos en la memoria de los mayores ni en ningún escrito que se haya consultado el nombre de las personas que lo utilizaron. Sólo se sabe que en 1945 ya estaba en ruinas por los mapas topográficos consultados de la época. Según Benito Gallego Faustino: “sólo conserva la pesquera con el muro de cerramiento reventado por el caz de entrada del agua, por lo que hizo desaparecer la edificación cuyos restos se encuentran diseminados y arrastrados por la corriente de agua. No tenemos suficientes testigos para poder saber cómo era, pero por las dimensiones de lo que queda de la pesquera, que es todavía más pequeña que la anterior, creemos que sería similar”.
Comments