A finales del mes de octubre del año 2017, el doctor Arturo Montero y colaboradores descubrieron un sitio arqueológico que desde hace 70 años se soponía existía, se alza a 4130 metros de altitud, y es del período Epiclásico. Está compuesto por una estructura cuadrangular con muros de 35 m por lado, estas paredes se encontraron parcialmente enterradas por recientes erupciones volcánicas y cubiertas por pastos de montaña en un paraje circunscrito por agrestes crestas, estos factores mantuvieron al sitio oculto por siglos, lejos del saqueo y sin registro en la literatura especializada. Un hecho que marca la diferencia con otros sitios arqueológicos de su tipo, es la alineación del muro sur con azimut 270º, justamente apuntando al ocaso del Sol sobre la cima del volcán Popocatépetl para los equinoccios de primavera y otoño.
Participaron los guías de montaña Rodolfo Hernández, Martín Moreno, Nadia Mota y Ariana Jiménez; además de los arqueólogos Osvaldo Murillo y Lourdes López.
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