Pedro Froilaz, Conde de Traba, fue un personaje fundamental en la historia de Galicia en la transición de los siglos XI al XII. Fue uno de los más leales colaboradores de Raimundo de Borgoña y, tras su muerte, se hizo cargo de la educación del que habría de ser rey Alfonso VII. En las primeras décadas del siglo XII, junto con Diego Gelmírez, fueron los principales responsables del poder que adquirió la sede compostelana. Tras su muerte en 1126, fue enterrado en la catedral de Santiago y, ocho siglos después, en 1926, sus restos fueron trasladados al Panteón Real, encargándose a Maximino Magariños un nuevo sepulcro con imagen yacente del personaje, representado como un hombre de edad avanzada vestido con armadura, portando una espada entre sus manos y con un lebrel a sus pies. En la inscripción del frontal, se le identifica, incidiendo en su labor como “ayo” del monarca.
Comments