El artista elegido para esta alegoría de La Juventud es Sydeu ofreciéndonos una encantadora joven que parece estirarse en vertical como una línea de la naturaleza en crecimiento, cuyo fluyente traje acentúa la esbeltez del cuerpo y nace de una roca-peana donde están incisas autoría (Sydeu) y título (“La Jeuneusse”), sello de la fábrica y serie de la obra.
El creciente simbolismo de finales del siglo XIX usa de la joven figura femenina, per se, como alegoría de la propia juventud. Su traje no cae, nace de la roca y, subiendo, se ciñe al cuerpo femenino, nacido así de la propia Naturaleza. En su mano porta un lirio, el mismo tipo de flor que orna su cabeza, y los largos cabellos desplegados armonizan con las mangas del traje en cuya amplitud puede intuirse la figura de una mariposa, símbolo del Liberty.
Esta pieza llega al patrimonio de la Universidad, junto a Muchacha tocando la cítara y Muchacha tocando el violín.
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