Talavera de la Reina fue uno de los centros más importantes de la era moderna con una tradición mejor conocida desde mediados del siglo XVI, su época de producción coincidiendo con Felipe II, quien potenció este centro como proveedor de la corte, convirtiéndolo en el más actualizado de sus Reinos, especialmente por las renovaciones técnicas y artísticas que aportaron los artistas flamencos formados en Italia.
La serie jaspeada, cuyo origen se remonta al siglo XVI, pretende imitar la superficie pulida de una piedra dura como el jaspe, de ahí viene su nombre. De esta manera el método de aplicación de esta técnica reside en la pulverización de la pintura o del goteado.
Este moteado se presenta con más densidad en unas zonas que en otras; los puntos son de distintos tamaños, frecuentemente se superponen entre sí, y sus formas se convierten muchas veces en vírgulas o manchas irregulares.
Esta pieza forma parte del proyecto de la beca de investigación para la colección de cerámica del Museo de Historia.
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