Estatuilla de niño que sujeta con su brazo izquierdo una oca, mientras coge por el asa un vaso apoyado sobre un pedestal. Resulta de talla más depurada que su posible copia, también aparecida en la villa de Los Cantos.
El niño, en actitud de descanso, se apoya en un árbol junto al ave que abraza. Tanto el ave como la cabeza del niño se han perdido. El vaso o hidria sobre el que apoya el brazo el niño cuenta con un orificio posterior para una fistula aquaria, dando salida al agua que abastecería la pila de una fuente.
El niño y el animal son motivos frecuentes en el arte griego, siendo las aves algunas de las mascotas más apreciadas y apareciendo con frecuencia en vasos cerámicos y terracotas. (Loza y Noguera, 2017)
Altura: 62 cm Anchura máxima: 41 cm Cronología: Mediados siglo II d.C.