Casa cueva en el pueblo de Vera (Almería). Siglo XIX. Restos de una vivienda troglodita, que aunque se encuentra abandonada, aún mantiene en buen estado su estructura. Al entrar se encuentra la sala de estar con una cocina, que a la vez sirve de distribuidor para acceder a tres habitaciones a derecha e izquierda, dos de ellas con ventana al exterior. Cuenta también con dos almacenes a modo de graneros con acceso propio y que no comunican con la vivienda, además de otras estancias para animales rebajadas en el terreno pero no en cueva. A mediados del siglo XX las casas cueva comenzaron a abandonarse. Aunque pueda parecer lo contrario, este tipo de viviendas no suelen tener humedades, ya que el tipo de terreno y el clima poco lluvioso mantienen el terreno seco y conserva una agradable temperatura media en todas las estaciones. Sorprende el grado de camuflage con el entorno, el poco impacto visual y la eficiencia energética que llevan incorporadas estas arquitecturas subterráneas.
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